jueves, febrero 23, 2006

La mano



En “La Mano” Wong Kar Wai nos cuenta de nuevo una historia de amor.
Un corto, más bien, una fábula...en la que al igual que esas canciones del teatro de bunraku se pone en evidencia lo confuso e intrascendente, un sufrimiento sin la posibilidad de salvación.
La atmósfera... el Hong Kong de los años 60
espacios que ocultan,
espacios que contienen despojos,
la lluvia golpeando el asfalto,
los pasillos de hoteles,
el silencio,
las palabras no dichas que conocen su fecha de caducidad,
la callada angustia,
las miradas sin futuro,
la complicidad entre dos seres alienados:

“él”...aprendiz de sastre, creciéndose con cada puntada, sin embargo, resignado,reprime sus sentimientos...(como todos los hombres de Kar Wai ) es como ese polvo que escondemos bajo la alfombra. El contraste entre lo que dice y lo que oculta es tan triste y patético como el contraste entre la perfección y la limpieza de lo que vemos y la suciedad de lo que no vemos.

“ella"...una presencia vencida...muestra que goza,cuando dentro de sí padece. Aun en sus momentos dulces, parece triste y amarga.

La protagonista, la excusa, “la mano”...acerca de este “personaje”, solo diré que los actos que se llevan a cabo con ella, tienen una gran sutileza.

Kar Wai ni siquiera nos concede una catarsis final,
porque eso sería reconocer que aún hay una oportunidad para el inconformismo...

Imagen :sueño rectangular,
sobre la superficie de una pantalla....fotograma de “La mano”.

Audio:”Roads” –Portishead.

1 Comments:

Blogger MALE said...

Por casualidad he encontrado tu interesante blog. Me sorprende agradablemente no haber encontrado lo que realmente buscaba y, en su lugar, haber encontrado este espacio tuyo. Me quedé horas pegada a las paginas de tu blog antes de decidir a dejarte este mensaje. Veo que es un blog bastante personal, espero no te moleste que te postee una desconocida, pero esta desconocida, por algun motivo extraño, quedo prendada de tu blog...me gustaron tus cultas opiniones, tu manera de expresarte...al leerte puedo escuchar lo que piensas, puedo sentir a un ser humano cifrado en los caracteres sobre una pantalla...En literatura, siempre trato de leer a la persona que esta detrás de la narración, que la narración sea un espjo de su alma. No era lo que hoy buscaba pero lo encontré aquí, por casualidad, como se encuentran todas las cosas importantes en el mundo...

Un saludo cariñoso, desde un lugar más allá del mar,
Ma. Alejandra.

27 febrero, 2006  

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