Días de Baudelaire...
Hay días...
en los que se me aparece Baudelaire...
Me lo cruzo en el pasillo,
como un fantasma...
O de repente...veo su reflejo en un espejo, como si allí tuviera su estudio....
Se oculta el ojo izquierdo aplastando su mano contra la cara,
pero el otro ojo abierto de par en par me mira.
Con la vista, el hombre se sale de sí y se lanza sobre mí, no me suelta...
Pero basta un pequeño ruido para que su imagen se desvanezca y el espejo vuelva a hacerse espejo.
Días de Baudelaire...
Días tristes, que dejan una desesperada carga melancólica.
Qué agradable soledad, la triste compañía de Baudelaire.
EL EXTRANJERO-
-¿A quién quieres más,
hombre enigmático, dime, a tu padre, a tu madre, a tu hermana o a tu hermano?
-Ni padre, ni madre, ni hermana, ni hermano tengo.
-¿A tus amigos?
-Empleáis una palabra cuyo sentido, hasta hoy, no he llegado a conocer.
-¿A tu patria?
-Ignoro en qué latitud está situada.
-¿A la belleza?
-Bien la querría, ya que es diosa e inmortal.
-¿Al oro?
-Lo aborrezco lo mismo que aborrecéis vosotros a Dios.
-Pues ¿a quién quieres, extraordinario extranjero?
-Quiero a las nubes..., a las nubes que pasan... por allá....
¡a las nubes maravillosas!
“El extranjero” Charles Baudelaire
Audio: Saint Etienne -“He is on the phone”