martes, septiembre 27, 2005

Rejas en la memoria.




Todas las postales de viaje deberían empezar:
“ Si vieras lo que ví ”...
Échala al buzón y luego vete.
Sin que tu marcha parezca una huida…aunque lo sea.
¿Por qué quieres irte?
¿Por qué te alejas?
Cuando estaba tan arriba, que hubiese podido cambiar las horas con las manos.
Con una última mirada, un último objeto, una imagen acompañó el sonido de la puerta al cerrarse.
Y ese objeto fue una invisible.
¿Para que ir tan lejos?
¿A cambio de qué?
A veces, lloraba a destiempo, debía ser la diferencia horaria que la separaba de su país…
El viaje que limpia es el que va de dentro afuera, no de fuera a dentro.
A través de la ventanilla del tren, tras el otro lado de las cosas, trataba de interpretar los abrazos, distinguir los encuentros de las despedidas.
Ahí estaba,
la impresión de sentir crecer la distancia que la separaba de los demás…



Astrud-"Me afecta"